Necesitaremos: por
cada kg. de fresas limpias 350 gr. de azúcar,
un limón y una naranja amarga.
El día de antes
pelamos el limón quitándole todo lo blanco y las pepitas las ponemos a macerar
en medio vaso de agua unas 24 horas. Como hay limones que no tienen pepitas,
utilizaremos en este caso las de una naranja amarga.
Al día siguiente lavamos las fresas, quitamos
el rabillo pasándolas a una olla honda. Las trituramos un poco la batidora, no
mucho para que queden tropezones, aunque esto
va en gustos, añadimos la gelatina que hayan soltado las pepitas y el
limón bien triturado.
Todo esto lo
pesamos y por cada kg agregamos 350 gr
de azúcar y ponemos a fuego medio
Removemos todo muy
bien para que el azúcar se integre y cuando empiece a hervir ponemos fuego
fuerte y dejamos hervir una media hora sin dejar de mover para que no se pegue.
Apartamos del fuego
y en caliente vamos llenando los tarros.
.
Sin necesidad de
hervirlos y una vez llenos y bien tapados los ponemos boca abajo y dejamos que
se enfríen.
Si hacemos
bastante cantidad es conveniente liar los tarros en papel de aluminio, y
guardarlos en sitio oscuro.
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